Transición: Un Proceso de Desarrollo para Toda la Vida

La vida en general está plasmada de cambios desde que nacemos, hasta que morimos. Y muchos de ellos suceden sin darnos cuenta. Y aunque el cambio es parte de estar vivos, en muchas ocasiones nos resistimos al mismo.

Las organizaciones necesitan del cambio para sobrevivir y los seres humanos muchas veces vemos el cambio como una amenaza y nos resistimos al mismo. ¿Y por qué esto es así? Simplemente porque nos mueve sin nosotros querer, a algo que es desconocido.

Podríamos definir el cambio como un proceso externo, el cual no controlamos. Es constante, cíclico, y en muchas ocasiones es a lo más que le tememos. Así que, como líderes, para ser efectivos en el cambio, necesitamos conocer lo que sucede internamente (transición) ante el cambio.

De esta forma, podemos definir la transición como el proceso mental y emocional en el que las personas experimentan el dolor de la pérdida que trajo el cambio, navegan por una zona ambigua y desconocida, para finalmente abrazar lo que comienza.

Si utilizamos como base el modelo de transición creado por William Bridges, el mismo nos menciona tres etapas en el proceso de transición.

Estas etapas son:

• Final: Dolor de la pérdida
• Zona neutral: Periodo de ambigüedad
• Comienzo: Abrazar el cambio

En el mundo actual en el que el cambio es nuestra constante, es importante, desarrollar en nuestros empleados la capacidad para manejar las transiciones y crear organizaciones emocionalmente inteligentes, ágiles, productivas y enfocadas en el bienestar.